BARACK OBAMA APLASTA A JOHN McCAIN Y LLAMA UNIDAD EE UU PARA SUPERAR CRISIS
Analistas estiman que es difícil que latinoamérica sea una prioridad
WASHINGTON.- El presidente electo Barack Obama, en el discurso mediante el que se declaró victorioso en los comicios presidenciales del martes, tuvo un mensaje para el público internacional, sin referirse a alguna región en específico, como América Latina, que difícilmente figurará entre las prioridades del nuevo mandatario. Obama declaró que aquellos que amenazan la seguridad del mundo deberían estar advertidos de que serán derrotados por Estados Unidos, que en las elecciones del martes ha empezado a caminar hacia el cambio con el “persistente poder” de sus ideales de democracia y libertad.
“A aquellos que amenazan con destruir el mundo: los derrotaremos”, dijo Obama en su discurso de aceptación de victoria electoral dirigiéndose al público internacional, luego de imponerse abrumadoramente al republicano John McCain. “A aquellos que buscan la paz y seguridad: los apoyaremos”.
“Y a todos aquellos que se han preguntado si el faro de Estados Unidos todavía brilla luminoso: Esta noche hemos demostrado una vez que la verdadera fortaleza de nuestra nación no proviene de nuestras armas o la escala de nuestra riqueza sino del persistente poder de nuestros ideales de democracia, libertad, oportunidad y esperanza inquebrantable”.
Obama, hijo de padre negro de Kenia y madre estadounidense blanca, no hizo referencia específica a ninguna zona del mundo.
Cuando asuma funciones el 20 de enero se moverá entre diversas prioridades en sus primeros 100 días, pero Latinoamérica difícilmente estará entre ellas y quizás la región deba vivir un tiempo solamente de simbolismos, dijo un analista.
“No se verán pronto iniciativas espectaculares y tampoco decisiones espectaculares hacia Latinoamérica”, afirmó Michael Shifter, director asistente del Diálogo Interamericano, una organización independiente de análisis regional en Washington. “(Obama) estará limitado en parte por la falta de dinero”.
Por consiguiente, dijo, se esperarían solamente acciones simbólicas con el mensaje de que el nuevo presidente demócrata no estaría soslayando a la región en aras de otros temas más prioritarios como las guerras en Irak y Afganistán, la economía y la crisis financiera global.
“Si hay algo que Obama entiende bien es la importancia del simbolismo”, dijo Shifter a The Associated Press. “Y en el caso de Latinoamérica un gesto de buena voluntad cuenta”.
Las primeras acciones simbólicas serían, como lo prometió Obama en la campaña, el cierre de la prisión de Guantánamo —donde hay centenares de acusados por terrorismo sin proceso judicial— y el inicio de una apertura hacia Cuba, no para levantar el embargo de seis décadas sino para permitir viajes y remesas familiares sin límite.
“Esas cosas tendrían un gran impacto en una región que desea una mejor relación con Washington”, comentó. “Tienen el potencial de dar a Estados Unidos una imagen de mayor proximidad a los países latinoamericanos”.
En febrero del 2009, apenas un mes después de asumir funciones, Obama quizás aproveche la gran oportunidad de hablar a la región que le ofrecerá la cumbre presidencial de las Américas en Trinidad y Tobago.
El presidente de Cuba nunca ha asistido a las cuatro ediciones previas desde 1994, por estar en oposición al presidente estadounidense de turno. “Cambiará Obama esa historia”.
En México, el presidente paraguayo Fernando Lugo comentó adelantadamente que la victoria de Obama debería ser tomada como “ninguna novedad” porque siempre fue el favorito. Sin embargo, dijo que para efectos de la región se sabrá si resulta ser un buen presidente cuando se vea si en sus intenciones había un “respeto de los procesos latinoamericanos”.
Un comentario similar lo tuvo el presidente nicaragüense Daniel Ortega. Crítico acérrimo del presidente saliente George W. Bush, Ortega dijo en Managua hizo el ex presidente cubano Fidel Castro en un comentario similar hace semanas sobre la muerte de Obama.
En la campaña electoral, McCain estuvo más cerca de la región e incluso la visitó en una gira por Colombia y México para hablar de continuidad de las políticas de libre comercio, mercados abiertos y posición dura contra líderes totalitarios que ha caracterizado al gobierno saliente.
Obama nunca ha estado en un país latinoamericano. Abierto opositor del tratado de libre comercio (TLC) con Colombia, pendiente de aprobación legislativa junto a los de Panamá y Corea del Sur, Obama ha hablado también de una revisión del TLC con México, vigente desde hace casi 15 años.
Su reiterada afirmación de la necesidad de frenar la salida de compañías estadounidenses a otros países para crear empleos podría significar un cambio radical con respecto a la política de promoción de los TLC de Bush. Pero Shifter y otros analistas coinciden en que los tratados de Colombia y Panamá serán aprobados por el Congreso, que seguirá bajo control demócrata.
Obama ha mencionado también una “nueva alianza de las Américas” (New Partnership for the Americas), en la cual puedan ejercerse las libertades sin restricciones y darse un diálogo “sin precondiciones” con todos los gobiernos de la región.
Barack Obama hizo historia ayer martes al convertirse en el primer presidente negro de los Estados Unidos, con una sólida victoria sobre John McCain tras ganar en estados como Ohio, Iowa, Florida y Virginia, que se sabía definirían estos comicios.
Esos estados habían votado por George W. Bush en el 2004 y eran considerados vitales para las esperanzas de Obama. Su victoria en Virginia es especialmente notable si se tiene en cuenta que no votaba por un candidato demócrata desde 1964. Obama asestó también otros dos golpes duros a John McCain al triunfar en Nueva Hampshire y Pensilvania, estados tradicionalmente demócratas que su rival intentó incorporar a las filas republicanas.
Fuente, Listindiario
Analistas estiman que es difícil que latinoamérica sea una prioridad
WASHINGTON.- El presidente electo Barack Obama, en el discurso mediante el que se declaró victorioso en los comicios presidenciales del martes, tuvo un mensaje para el público internacional, sin referirse a alguna región en específico, como América Latina, que difícilmente figurará entre las prioridades del nuevo mandatario. Obama declaró que aquellos que amenazan la seguridad del mundo deberían estar advertidos de que serán derrotados por Estados Unidos, que en las elecciones del martes ha empezado a caminar hacia el cambio con el “persistente poder” de sus ideales de democracia y libertad.
“A aquellos que amenazan con destruir el mundo: los derrotaremos”, dijo Obama en su discurso de aceptación de victoria electoral dirigiéndose al público internacional, luego de imponerse abrumadoramente al republicano John McCain. “A aquellos que buscan la paz y seguridad: los apoyaremos”.
“Y a todos aquellos que se han preguntado si el faro de Estados Unidos todavía brilla luminoso: Esta noche hemos demostrado una vez que la verdadera fortaleza de nuestra nación no proviene de nuestras armas o la escala de nuestra riqueza sino del persistente poder de nuestros ideales de democracia, libertad, oportunidad y esperanza inquebrantable”.
Obama, hijo de padre negro de Kenia y madre estadounidense blanca, no hizo referencia específica a ninguna zona del mundo.
Cuando asuma funciones el 20 de enero se moverá entre diversas prioridades en sus primeros 100 días, pero Latinoamérica difícilmente estará entre ellas y quizás la región deba vivir un tiempo solamente de simbolismos, dijo un analista.
“No se verán pronto iniciativas espectaculares y tampoco decisiones espectaculares hacia Latinoamérica”, afirmó Michael Shifter, director asistente del Diálogo Interamericano, una organización independiente de análisis regional en Washington. “(Obama) estará limitado en parte por la falta de dinero”.
Por consiguiente, dijo, se esperarían solamente acciones simbólicas con el mensaje de que el nuevo presidente demócrata no estaría soslayando a la región en aras de otros temas más prioritarios como las guerras en Irak y Afganistán, la economía y la crisis financiera global.
“Si hay algo que Obama entiende bien es la importancia del simbolismo”, dijo Shifter a The Associated Press. “Y en el caso de Latinoamérica un gesto de buena voluntad cuenta”.
Las primeras acciones simbólicas serían, como lo prometió Obama en la campaña, el cierre de la prisión de Guantánamo —donde hay centenares de acusados por terrorismo sin proceso judicial— y el inicio de una apertura hacia Cuba, no para levantar el embargo de seis décadas sino para permitir viajes y remesas familiares sin límite.
“Esas cosas tendrían un gran impacto en una región que desea una mejor relación con Washington”, comentó. “Tienen el potencial de dar a Estados Unidos una imagen de mayor proximidad a los países latinoamericanos”.
En febrero del 2009, apenas un mes después de asumir funciones, Obama quizás aproveche la gran oportunidad de hablar a la región que le ofrecerá la cumbre presidencial de las Américas en Trinidad y Tobago.
El presidente de Cuba nunca ha asistido a las cuatro ediciones previas desde 1994, por estar en oposición al presidente estadounidense de turno. “Cambiará Obama esa historia”.
En México, el presidente paraguayo Fernando Lugo comentó adelantadamente que la victoria de Obama debería ser tomada como “ninguna novedad” porque siempre fue el favorito. Sin embargo, dijo que para efectos de la región se sabrá si resulta ser un buen presidente cuando se vea si en sus intenciones había un “respeto de los procesos latinoamericanos”.
Un comentario similar lo tuvo el presidente nicaragüense Daniel Ortega. Crítico acérrimo del presidente saliente George W. Bush, Ortega dijo en Managua hizo el ex presidente cubano Fidel Castro en un comentario similar hace semanas sobre la muerte de Obama.
En la campaña electoral, McCain estuvo más cerca de la región e incluso la visitó en una gira por Colombia y México para hablar de continuidad de las políticas de libre comercio, mercados abiertos y posición dura contra líderes totalitarios que ha caracterizado al gobierno saliente.
Obama nunca ha estado en un país latinoamericano. Abierto opositor del tratado de libre comercio (TLC) con Colombia, pendiente de aprobación legislativa junto a los de Panamá y Corea del Sur, Obama ha hablado también de una revisión del TLC con México, vigente desde hace casi 15 años.
Su reiterada afirmación de la necesidad de frenar la salida de compañías estadounidenses a otros países para crear empleos podría significar un cambio radical con respecto a la política de promoción de los TLC de Bush. Pero Shifter y otros analistas coinciden en que los tratados de Colombia y Panamá serán aprobados por el Congreso, que seguirá bajo control demócrata.
Obama ha mencionado también una “nueva alianza de las Américas” (New Partnership for the Americas), en la cual puedan ejercerse las libertades sin restricciones y darse un diálogo “sin precondiciones” con todos los gobiernos de la región.
Barack Obama hizo historia ayer martes al convertirse en el primer presidente negro de los Estados Unidos, con una sólida victoria sobre John McCain tras ganar en estados como Ohio, Iowa, Florida y Virginia, que se sabía definirían estos comicios.
Esos estados habían votado por George W. Bush en el 2004 y eran considerados vitales para las esperanzas de Obama. Su victoria en Virginia es especialmente notable si se tiene en cuenta que no votaba por un candidato demócrata desde 1964. Obama asestó también otros dos golpes duros a John McCain al triunfar en Nueva Hampshire y Pensilvania, estados tradicionalmente demócratas que su rival intentó incorporar a las filas republicanas.
Fuente, Listindiario
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